Yoga Samhata

Sobre mí

Todo comenzó con mi Maa (madre), a quien siempre le deberé mi más profunda gratitud. Crecí en Tripura, un pequeño estado en el noreste de India, distinto de las regiones más conocidas de India. Mi querida Maa me envió a mi primera clase de yoga con un vecino conocedor. Aunque solo era una niña en ese momento, ver a mi vecino realizar posturas desafiantes dejó una impresión duradera en mí, especialmente considerando su avanzada edad. Aunque era demasiado joven para entender los aspectos espirituales del yoga, las asanas capturaron mi atención.

A medida que maduraba, mi enfoque estaba en perfeccionar mis habilidades en asanas, aunque me faltaba una comprensión más amplia de las dimensiones más profundas del yoga. Dediqué horas de práctica diaria después de la escuela, con Maa asegurándose de que mantuviera la disciplina y una nutrición adecuada para apoyar mis esfuerzos. Este viaje me llevó a varios aspectos de esta antigua práctica.

Participé en competencias, que ofrecieron lecciones valiosas, aunque se enfocaban en las asanas. Puede parecer inusual, pero sí, existen competencias de yoga, y fui una de esas participantes. Aunque no promuevo este enfoque debido a mi entendimiento del camino espiritual del yoga, estas experiencias contribuyeron a mi práctica actual. Elegí ser honesta sobre mi camino ya que me llevó a donde estoy hoy.

Mis padres reconocieron mi pasión y me enviaron a Bangalore, en el sur de India, para perseguir mi sueño de un doctorado en yoga. Sin embargo, el universo tenía otros planes. Terminé estudiando psicología, lo cual acepté hasta que me di cuenta de que estaba siendo demasiado analítica. Esto provocó un cambio, llevándome a obtener un diploma en yoga de la Universidad de Shivananda. Esta decisión marcó un punto de inflexión en mi camino, guiándome hacia un viaje más espiritual.

Comencé a enseñar en Bangalore, aprendiendo tanto de mis estudiantes como lo que compartía con ellos. Mi hermano a menudo sugería que mi padre abriera un estudio de yoga para mí, pero me abstuve hasta sentirme lo suficientemente preparada con el conocimiento para establecer mi propio estudio. Aunque nunca puedo afirmar que sé todo sobre el yoga, estoy firmemente en el camino de este hermoso viaje como Sadhaka (practicante).

Hoy, en los hermosos paisajes de España, comparto el conocimiento que he adquirido mientras continúo aprendiendo de mis estudiantes. Mi enfoque sigue siendo compartir el viaje espiritual del yoga, no como una práctica religiosa, sino como un camino de descubrimiento. A través del yoga, he llegado a entender que cada realización lleva a la conciencia de que siempre hay más por aprender. Creo que no elegimos el yoga, el yoga nos elige a nosotros. Estoy agradecida de ser parte de tu viaje, así como tú eres parte del mío.

Namaste